Revista científica
de la Sociedad Española de Medicina Estética
Revista científica de la Sociedad Española de Medicina Estética

La importancia de publicar
en Medicina Estética

The importance of publishing
in Aesthetic Medicine

“Nulla dies sine línea”

Plinio el Viejo

“La ciencia no tiene el monopolio de la verdad,
pero sí los medios de someter la verdad a prueba y reforzarla”

Mario Bunge

Lo que Plinio el Viejo contaba en su Historia Natural sobre Apeles de Colofón, un pintor que no perdió ocasión de pintar al menos una línea cada día, deberíamos incorporarlo como lema y escribir al menos una línea1. Razones para ello no nos faltan. Basta contemplar el panorama alrededor y ver que cualquier disciplina científica, y la medicina lo es, y la medicina estética lo va siendo.

Nuestra disciplina, tal como la entendemos y practicamos, es joven. Tanto que algunos hemos crecido con ella. Pero su encuadre dentro de la medicina en general, y su entronque con muchas especialidades, sitúa a la Medicina Estética dentro del marco de la ciencia médica, y como tal está sujeta a la norma científica2. En poco más de 40 años se ha consolidado en nuestro entorno como una especialidad pujante sobre la que orbita un número creciente de publicaciones científicas en prestigiosas revistas indexadas. En las bases de datos más consultadas, PubMed (Medline) o Google Scholar, la búsqueda de términos relacionados con nuestro quehacer diario: toxina botulínica, materiales de relleno, hilos de sustentación, lipotransferencia o escleroterapia entre otros muchos, arroja miles y miles de resultados.

A lo anterior hay que añadir el impulso de la aparatología, específicamente desarrollada para obtener buenos resultados estéticos de forma mínimamente invasiva. La investigación y el desarrollo de nuevos láseres y fuentes de luz, aparatos de crioterapia y radiofrecuencia o ultrasonidos de alta definición son una muestra de una industria con signos de gran fortaleza económica y en continuo desarrollo tecnológico3.

Tampoco podemos olvidar la potente industria dermatológica, con medicamentos orales y tópicos que incorporan moléculas altamente eficaces para tratar patologías varias como acné, melasma o rosácea. Aunque lo anterior palidece ante el aluvión de los preparados cosméticos en cremas, geles o mascarillas destinados a combatir las huellas del envejecimiento o la regeneración del cabello, asociando a su formulación nuevos principios activos provenientes de la naturaleza o de la investigación básica; más fáciles de introducir en un cosmético que en un medicamente por razones legislativas; por ende, más difícil que se realice una investigación exhaustiva4.

La práctica requiere refrescar conocimientos que abarcan desde la anatomía, bioquímica, fisiología, histopatología, inmunología, ginecología, física o farmacología. Pero atención, porque lo que se aprende a la manera clásica queda obsoleto; el conocimiento es dinámico, en pleno desarrollo en todas las materias citadas, y en todas las interacciones que se producen en la práctica diaria. Sirva como ejemplo el que sigue. La interacción láser-tejido contempla tratar muy diferentes condiciones de la piel, desde la flacidez hasta las queratosis actínicas, desde el acné hasta los nevus, contando con aparatología de exquisita precisión en longitudes de onda, amplitud y duración de pulso, o energía entregada. Y así en toda la gama de posibilidades que la medicina estética ofrece a quienes la practican5.

Obligado es también hablar de la técnica o técnicas que se emplean en cualquiera de los procedimientos propios de esta disciplina. Muchas de ellas no están contrastadas porque se realizan y no se publican; sin embargo, se publicitan sin parar en las redes sociales. Redes que, por otra parte, están sobresaturadas y ya no suscitan el interés y entusiasmo que concitaban un tiempo atrás. En cualquier caso, comunicar los mejores resultados no es publicar ciencia, aunque la técnica sea correcta.

Sin embargo, la técnica bien ejecutada es una herramienta imprescindible para obtener buenos y bellos resultados en armonización facial o corporal. En la ciencia que queremos que sea la medicina estética no puede despreciarse el arte que conlleva. Encontrar equilibrio, armonía y belleza al tiempo que se aplican técnicas y tecnologías debe ser un objetivo para batir6.

Sin embargo, la ciencia médica requiere una visión amplia más allá de los buenos resultados y la satisfacción del paciente que, obviamente, es lo más valorado. No hay que olvidarse de que deben comunicarse todos los efectos adversos y complicaciones, menores y mayores, que pudieran tener lugar en el estudio que se realiza; sea de un solo caso, un prospectivo, un estudio de cohortes, un retrospectivo o un multicéntrico. Mejores resultados y menos complicaciones es lo deseado. Para ello, la industria tiene que ser transparente en presentar de forma objetiva sus productos y aparatos, la técnica del profesional debe ser depurada y obtenida tras la correspondiente curva de aprendizaje y se debe pormenorizar y recoger en la historia clínica cualquier incidente por mínimo que sea.

Todo ello debe contemplarse en el ámbito de las múltiples aplicaciones interactivas que surgen de combinar inteligentemente lo referido. Lo que sitúa al médico que se inicia ante una vorágine de conocimiento difícilmente abarcable en un tiempo limitado. Esta situación conlleva que el conocimiento se busque en seminarios, jornadas de formación o congresos confiando en que los expertos requeridos para la ocasión hayan podido sintetizar nuevos conocimientos y exponerlos ante un auditorio no siempre consciente de que los ponentes pueden tener serios conflictos de intereses7,8.

Publicar ciencia requiere leer ciencia. Soy consciente de las limitaciones de tiempo que condicionan la vida laboral a los médicos que ejercen por cuenta propia y, particularmente, a los médicos estéticos. Por esta razón es importante disponer de un medio propio en el que comunicar nuestra experiencia, con sus aciertos que serán muchos, o sus errores que serán menos si se aplica el conocimiento que emana de la experiencia propia y se contrasta con la de aquellos que nos preceden. Compartir conocimiento y experiencia es imprescindible. Ahora es aún más fácil, ya que la revista “Medicina Estética” en su versión online ha crecido hasta superar los 40.000 usuarios en más de 100 países y sigue en expansión. Al mundo le importa lo que hacemos en España porque lo hacemos bien. Prueba de ello son las múltiples formaciones y los multitudinarios congresos. Nos falta el prurito de dejar constancia de nuestro trabajo en los medios que tenemos a nuestro alcance. Y a esta labor todos estamos convocados, porque la fortaleza del edificio radica en que contribuyamos a sentar las bases y compartamos generosamente lo que sabemos.

No obstante, para completar esta visión no podemos olvidar al principal protagonista, el paciente. Todo lo anterior, materiales, aparatos, estudios y conocimientos servirían de poco si con ellos no se alcanza el objetivo de satisfacción que nuestro paciente demanda ante cualquier procedimiento médico-estético realizado9.

Bibliografía

  1. Plinio el Viejo. Historia Natural. Libro XXXV. Mineralogía, usos de la tierra, pigmentos, discusión sobre el arte de la pintura y el uso del sulfuro (84). Edición de A. Millares Calvo. México, 1955.
  2. Bunge M. La investigación científica. Su estrategia y su filosofía. Siglo XXI. México, 2000.
  3. Jaguś D, Skrzypek E, Migda B, Woźniak W, Mlosek RK. Usefulness of Doppler sonography in aesthetic medicine. J Ultrason. 2021;20(83):e268-e272. https://doi.org/10.15557/​JoU.2020.0047
  4. Ratajczak P, Maciejak O, Kopciuch D, Paczkowska A, Zaprutko T, Kus K. Directions of hyaluronic acid application in cosmetology. J Cosmet Dermatol. 2023 Mar;22(3):862-871. https://doi.org/10.1111/jocd.15485
  5. Urdiales-Gálvez F, Martín-Sánchez S, Maíz-Jiménez M, Castellano-Miralla A, Lionetti-Leone L. Concomitant Use of Hyaluronic Acid and Laser in Facial Rejuvenation. Aesthetic Plast Surg. 2019 Aug;43(4):1061-1070. https://doi.org/10.1007/s00266-019-01393-7
  6. Gray R, Tanna N, Kasabian AK. Conflict of Interest at Plastic Surgery Conferences: Is It Significant? Plast Reconstr Surg. 2019 Aug;144(2):308e-313e. https://doi.org/10.1097/​PRS.0000000000005877
  7. Ha G, Gray R, Clappier M, Tanna N, Kasabian AK. Conflict of Interest at Microsurgery Conferences: Disclosure of Its Extent and Nature. J Reconstr Microsurg. 2022 Jun;38(5):390-394. https://doi.org/10.1055/s-0041-1735260
  8. Liew S, Silberberg M, Chantrey J. Understanding and treating different patient archetypes in aesthetic medicine. J Cosmet Dermatol. 2020 Feb;19(2):296-302. https://doi.org/10.1111/jocd.13227
  9. Harrar H, Myers S, Ghanem AM. Art or Science? An Evidence-Based Approach to Human Facial Beauty a Quantitative Analysis Towards an Informed Clinical Aesthetic Practice. Aesthetic Plast Surg. 2018 Feb;42(1):137-146. https://doi.org/10.1007/s00266-017-1032-7