El artículo científico.
Menos complicado de lo que parece
Less complicated than it seems
Introducción
Suele ser frecuente que un profesional tenga una información que considere relevante compartir con el resto de la comunidad científica pero no sepa cómo hacerlo; o que cuando lo haga sea en un formato, publicación o estilo inadecuado. Por otra parte, cualquier profesional médico tiene la obligación deontológica de utilizar el tratamiento más eficaz acorde con el conocimiento actual. Toda intervención clínica, desde el diagnóstico hasta el tratamiento debería ser objeto de información a la comunidad científica, ya que se considera una obligación social adquirida.
La ciencia se puede definir como el conjunto de conocimientos organizados que se adquieren tras la aplicación del método científico. De esta forma se obtiene un conocimiento que debe ser observable, público, objetivo, preciso, fiable y, cuando menos, reproducible. Los mencionados son exactamente los mismos adjetivos que se encuentran en los artículos científicos de alto nivel.
Pero el objetivo de este documento no es repasar el método científico sino, dando por hecho la rigurosidad científica de una investigación, incidir en cada uno de los elementos y pasos a seguir para que el documento en el que se presentarán los datos, en este caso al colectivo médico-estético, tenga la calidad suficiente y refleje el esfuerzo que representa la investigación.
Resumiendo, los tres aspectos básicos que todo documento científico debe incluir son el contenido técnico, que se apoya en la revisión bibliográfica sobre el tema a tratar; el enunciado de un problema que se investiga, es la hipótesis de trabajo; la propia investigación llevada a cabo, la metodología empleada, lo que se enuncia como material y método; la interpretación de los resultados, que puede requerir de análisis estadísticos e inferencias; la discusión o comentarios, contrastando los resultados obtenidos con lo publicado en la literatura; de todo lo anterior se extraerán las conclusiones1. Todas estas ideas serán estructuradas en un documento con una escritura simple, apropiada y lingüísticamente correcto.
Formato de un artículo científico
Actualmente la facilidad para copiar y pegar texto induce a considerar que escribir un artículo es ponerse directamente a redactarlo. El documento ya se arreglará luego; esto es un error muy común. Es mucho más fácil planificar antes que escribir y a esa planificación ayuda el gran número de convenciones existentes sobre las características de un buen artículo científico. Para facilitar el intercambio de información es imprescindible que diferentes artículos tengan una estructura similar, lo que facilitará su lectura crítica (Tabla I).
Un artículo bien redactado es fácil de leer, cuenta algo interesante incluyendo toda la información necesaria y, además, tiene una estructura correcta y claramente definida. Es de sobras conocido que pocos investigadores leerán el artículo de principio a fin, por lo que aún es más importante si cabe cuidar el formato. Hay que tener siempre presente que si el documento sigue fielmente las recomendaciones de la revista a la que ha sido enviado, es mucho más probable que el editor lo reciba de forma más favorable2.
Con relación a lo comentado anteriormente, y de forma práctica, se aconseja que un artículo científico no supere más de 2.500 palabras, con la finalidad de sintetizar la investigación realizada; esto supone unas 10‑12 páginas de un borrador a doble espacio. Muy pocos artículos bien redactados son rechazados por ser demasiado cortos, lo contrario es mucho más habitual2. Si sucede que para plasmar nuestra investigación se necesitan entre 30 a 40 páginas pueden pasar dos cosas. La primera es que no se haya sintetizado suficientemente la información y se abuse de redundancias, lo que no añade calidad al texto: Además, ese exceso de información puede perder de vista el objetivo real de ese trabajo y hacerlo difícilmente leíble por el resto de los colegas. No se debe pecar de excesiva ambición por contarlo todo de nuevo.
También puede ocurrir que la investigación llevada a cabo sea tan amplia, y con tantas variables, que justifica y bien merece dos artículos diferentes para que la información sea exhaustiva. No olvidemos que el artículo científico es un documento especializado dirigido a un público que ya posee unos conocimientos mínimos en la materia a diferencia de, por ejemplo, un capítulo en un manual monográfico que sí puede requerir una mayor extensión ante lectores noveles en el tema.
Título
El título debe ser lo más parecido a un resumen del artículo en una frase. Debe atraer a los lectores con una explicación representativa, concisa y atractiva de lo que se va a encontrar y siendo el primer elemento que se va a leer es uno de los más importantes; tanto que se recomienda su redacción en última instancia.
Son preferibles los títulos cortos, no más de 15 palabras, simples, claros y comprensibles. Además, cuentan con la ventaja añadida de que curiosamente son más citados que los largos3. Deben evitarse oraciones completas y frases subordinadas, sin sentido. Aún menos deben emplearse con abreviaturas y siglas que nadie conoce; solo se aceptarán las ampliamente conocidas. Las fórmulas expresivas que llamen la atención del lector, sin menoscabar lo anteriormente comentado, son muy recomendables4. Nada es más inconveniente que empezar el título con frases vacías tales como “Aspectos de, Investigaciones de, Estudios de…”, frases que deben ser eliminadas para no estorbar a la precisión del título.
En cuanto a su relación con los datos, los títulos pueden ser descriptivos o informativos. Los primeros no ofrecen resultados, mientras que los segundos comunican el resultado final de la investigación. La mayoría de las revistas utilizan los títulos descriptivos.
Autores
Deben incluirse sólo aquellos investigadores que hayan realizado alguna aportación relevante e identificable en el artículo; incluso es recomendable definir dicha aportación pormenorizadamente, independiente del criterio por el que se hayan decidido los autores. Obviamente la forma de inclusión debe permitir la identificación correcta de todos ellos, seleccionando a uno como el responsable de la gestión de la correspondencia y que no necesariamente debe ser el autor principal, en caso de haberlo. Debe figurar también la afiliación, constando los datos académicos principales y el centro de trabajo (Tabla II).
Muchas publicaciones y autores siguen las ampliamente reconocidas indicaciones Vancouver sobre la autoría, que pueden resumirse en las tres condiciones que defiende esta guía para la consideración de autor.
- Cada autor debe haber participado suficientemente en el estudio como para poder hacerse responsable de su contenido.
- La inclusión de autores debe realizarse únicamente en base a su contribución en el diseño, análisis o interpretación de los datos y redacción o revisión crítica del contenido.
- Aprobación final de la versión a ser publicada.
Una vez se han decidido los autores aparece un nuevo problema a solucionar: el orden de aparición de estos. El primero/a es el autor principal; en cambio el último/a suele ser el miembro del grupo con mayor experiencia, incluso puede haber sido el foco inicial de la idea de la investigación. Entre ambos se incluirán el resto de coautores, habitualmente según su contribución al artículo de más a menos, alfabéticamente o bien al azar2. Se recomienda un máximo de 5 autores.
El último paso consiste en decidir cómo escribir el nombre de los autores. Es importante que desde el primer artículo se firme de la misma forma, ya que así se evitan errores de citación. Si se quieren incluir los dos apellidos, como forma de diferenciación si son muy comunes, es recomendable unirlos con un guion para que las citaciones en otros idiomas no utilicen el segundo apellido erróneamente.
Por último, es preciso abordar, aunque sea tangencialmente, el tema del plagio. Según diferentes definiciones puede decirse que un plagio es la falsa asunción de una autoría, es decir, presentar el trabajo de otro como propio. De forma que se puede incurrir en dos errores. El primero sería la utilización de las ideas de otros autores sin dejar clara su autoría, lo que es claramente ilegal. El segundo error es cuando utilizando las ideas de otros, se modifican y se hacen propias, lo que supone más un problema ético que legal5. Una buena citación y la referencia obligada de los contenidos no originales evita claramente este problema.
Resumen
Resumir el artículo permite al lector saber si le interesa o no el resto. De ahí que sea uno de los apartados más importantes. Más aún, ya que aparece en la mayoría de las bases de datos de documentos científicos, por lo que a veces puede sustituir a la lectura del artículo y generar citas. No es recomendable quedarse en este nivel, porque no supone un análisis crítico, aunque muchos lectores lo hacen.
El resumen debe concebirse como un miniartículo, de unas 200 palabras, que sintetiza los cuatro aspectos principales de cualquier investigación: introducción con el objetivo, material y método, resultados y conclusiones2. Cada revista científica tiene unas normas que deben conocerse, lo que facilita que el editor no rechace a priori el artículo enviado6. Es muy importante no olvidar que si el artículo original se ha redactado en español hay que incluir también una versión de la traducción al inglés de este (abstract).
Palabras clave
Identifican el contenido del artículo mediante conceptos generales que permiten su indización en las bases de datos. Es muy recomendable consultar en la revista en la que se quiere publicar si tiene algunas propuestas, una lista normalizada de términos o son términos libres7.
Dada la importancia que tienen se aconseja acudir a una lista determinada para publicaciones similares o repasar artículos de temática parecida al que se pretende publicar. La selección debe decidirse razonadamente, ya que las palabras clave junto con el resumen pueden acercar o alejar el artículo de posibles lectores, citaciones o futuros colaboradores. Se recomienda utilizar entre 3 o 10 palabras o frases cortas. De igual manera deben figurar en inglés (keywords), si el texto está publicado en español.
Introducción
La introducción tiene por objetivo explicar en qué consiste el trabajo realizado, qué se estudió y con qué finalidad se hizo. Para ello será necesario definir claramente el problema en su marco teórico o aplicado, con relación a su interés en el contexto científico actual.
Las mejores introducciones son aquellas con una extensión de una página como máximo, con 3 párrafos bien definidos y que evitan toda información que los potenciales lectores ya conocen sobradamente. En el primer párrafo se expondrá lo que se sabe, es decir, un resumen del estado actual del conocimiento del campo en que la investigación se enmarca. En el segundo bloque o párrafo se resumirá lo que otras personas han investigado hasta el momento, con las limitaciones que hayan podido presentar dichos estudios y qué preguntas aún deben ser contestadas, es decir, lo que no se sabe.
Por último, responderemos por qué se ha realizado el estudio, siendo esta parte esencial ya que informa sobre el objetivo o hipótesis de trabajo. Por este motivo es un error importante incluir aquí los resultados que se hayan alcanzado2.
Material y método
El objetivo de esta sección es describir cómo se han obtenido los resultados. Por lo tanto, es necesario aportar los detalles precisos de la selección de la información o de los individuos que conforman la muestra, el diseño del estudio, los procedimientos utilizados en el procesado del objeto de estudio: aparatos o técnicas empleados, herramientas de recogida de datos y métodos estadísticos. En definitiva, describir los materiales y la metodología seguida en la recogida de los datos y su análisis posterior. También es importante informar sobre dónde se realizó el estudio, tanto si se llevó a cabo en un solo centro o si este fue multicéntrico2.
La parte fundamental de cualquier investigación es la metodología y su replicabilidad, de ahí la importancia de este apartado. Por eso habrá que justificar y razonar todas las elecciones metodológicas para que el lector tenga clara la finalidad de cada uno de los pasos, dejando claro las decisiones que el investigador o investigadores tomaron, sin alargar en exceso o artificialmente dicha explicación, y mucho menos con información irrelevante. Este apartado se escribe siempre en pasado: se midió, se contó, se seleccionó… Se está informando sobre lo que ya se ha hecho.
Ética
Además del tema del plagio ya tratado anteriormente, cualquier intervención con personas requiere el consentimiento de los participantes; además de la revisión desde la ética y la deontología de las condiciones de la investigación, especialmente porque se trabajará con personas. Por otra parte, siempre se deben poseer los derechos de uso de cualquier documento, imagen o vídeo original que se publique. Incluso si las fotos o vídeo de algún paciente se realizan en la consulta, debe pedirse el consentimiento informado explícito para su uso documental. Igualmente, conviene tener claro que el consentimiento otorgado no evita que la manipulación y publicación de las imágenes se haga de forma que se garantice el anonimato de la persona que ha cedido las imágenes.
Muestra
Hay dos factores centrales en relación con la muestra. El primero hace referencia al tamaño de esta y la segunda a su representatividad. En cuanto al primer factor, si bien hay fórmulas estadísticas que permiten hacer una estimación objetiva del número de personas que se necesitan para una investigación en concreto, está claro que la muestra debería ser lo suficientemente grande como para proporcionar una estimación precisa del efecto, o ausencia de este, y de la intervención sobre las variables estudiadas, lo que confirmará o no la hipótesis planteada. En medicina estética, salvo estudio multicéntricos o retrospectivos, es difícil obtener una muestra amplia que cumpla con lo indicado. Lo aconsejable es que se estudien minuciosamente los pacientes con descripciones muy precisas de las observaciones, aplicable obviamente a los casos clínicos (case reports).
El segundo factor lleva a valorar la representatividad de las personas que conforman la muestra como grupo, siendo el punto más importante el cómo se realizó la selección de los individuos (aleatoriamente o no) y si se aplicaron criterios de inclusión/exclusión exhaustivos o bien se estratificó la muestra en relación con alguna característica determinada. Esto dará una media de la validez interna y externa de dicha investigación2.
Diseño del trabajo de investigación
El diseño hace referencia, por una parte, a la propia esencia de la investigación con personas al aplicar el método científico y, por otra, a la validez del trabajo científico. Es muy importante diseñar adecuadamente la investigación con el fin de acercarnos al máximo al análisis de la realidad reduciendo, a su vez, al máximo posible cualquier elemento contaminador4. Es importante prestar atención al diseño, porque si se cometen errores de planificación importantes, los posibles lectores pondrán en duda los resultados obtenidos.
Métodos estadísticos
Se describirán en este apartado los métodos estadísticos utilizados con suficiente nivel de detalle como para que un lector mínimamente informado y con acceso a los datos originales pueda comprobar los resultados publicados. En la medida de lo posible se cuantificarán los resultados y se presentarán con los correspondientes indicadores de error (desviación típica).
Resultados
Esta sección es puramente factual, es decir, únicamente se incluyen los números, tablas, gráficos o fotografías de forma secuencialmente lógica; siempre dando prioridad a los resultados más relevantes. Sería un error incluir una simple repetición por escrito de las representaciones gráficas, ya que lo que el lector espera es una explicación o síntesis de la información mostrada. Se aprecia mucho que la información mostrada sea concisa y clara; cuando no es posible conseguirlo debido a las características de los datos, estos deben incluirse en un anexo.
El texto es la forma más rápida y eficiente de presentar los datos. Por eso se aconseja una forma gradual de presentación de estos, desde la estadística univariable, que describe las características de la muestra, pasando por el análisis bivariado que describe la relación entre las variables explicativas y los resultados para finalmente realizar el análisis multivariable que se precise. No corresponde a este apartado la discusión sobre los resultados hallados sino simplemente su exposición; aunque muchos autores comenten el error de hacerlo2.
Discusión
En esta sección se insistirá en los aspectos novedosos e importantes del estudio, por lo que no es necesario repetir con detalle los datos y otros materiales ya incluidos en los apartados anteriores. Aquí sí que se abordarán las repercusiones de los resultados y sus limitaciones, además de las consecuencias de la investigación para el futuro.
En este apartado, el autor o autores aceptan o rechazan la hipótesis, contextualizan y contrastan los resultados obtenidos de su investigación con los publicados en la literatura, tratando de explicar cualquier diferencia encontrada y que no sea debida al simple azar1. Se valora mucho la prudencia, la imparcialidad y la franqueza en la exposición y conclusión; mucho más que ir demasiado lejos, desestimar los resultados favorables o incluso interpretar erróneamente los datos1; de ahí que la interpretación más conservadora sea la más valorada2.
Conclusiones
La aceptación acrítica de las conclusiones presentadas en la discusión lleva consigo la incorporación de información errónea en nuestro cuerpo de conocimiento. Si además la investigación no es válida, puede incluso llegar a dificultar el desarrollo del campo investigado.
Es importante valorar la estrecha relación entre las conclusiones y la fortaleza de la metodología y los datos utilizados. Se puede incluir algún elemento de valoración personal, pero debe estar claramente diferenciado del resto de afirmaciones fundamentadas.
Este conservadurismo no quiere decir que para justificar o afianzar nuestros hallazgos no se puedan o deban comparar nuestros resultados con los de otras investigaciones análogas con el fin de emitir juicios sobre diferencias o teorías.
Agradecimientos
Los agradecimientos afectuosos se harán personalmente. Se pueden incluir tantas personas como se desee en este apartado, pero todas y cada una deberán haber concedido su autorización ya que lleva implícita la aceptación de los resultados de la investigación.
Declaración
Debe declararse si hay o no conflicto de intereses.
Bibliografía
Las referencias bibliográficas se componen de una serie de citas bibliográficas de datos que permiten describir de forma abreviada cualquier documento para que pueda ser localizado y consultado. Por una parte, sirven para dejar claramente definida la autoría de una idea o la investigación previa realizada. Generalmente con este apartado se concluye el contenido científico del artículo; aunque se podría incluir información, si fuese preciso, en un nuevo apartado denominado Apéndice.
Hay diferentes normativas para la elaboración de la bibliografía, pero una de las más utilizadas en las revistas biomédicas son las llamadas “Normas de Vancouver” en las que siempre se debe seguir un orden alfabético de autor y de aparición de la referencia en el texto (con números arábigos entre paréntesis)8 [Nota del editor].
Complementos
Se pueden incluir ilustraciones, gráficos, tablas, anexos o apéndices. Las ilustraciones (Figuras) pueden ser fotografías o dibujos y deben estar numeradas secuencialmente con números arábigos o naturales en el apartado del texto que corresponda. Los gráficos se consideran Figuras y siguen el orden secuencial descrito. Cualquier figura debe ir acompañada de un texto explicativo al pie de estas. Las Tablas siguen la numeración romana, e igualmente deben tener un texto explicativo. Son ideales para presentar los datos precisos y repetitivos. Las Tablas sirven para presentar los datos con tendencia o patrones interesantes; así como para valorar los resultados obtenidos antes y después de un determinado tratamiento.
Bibliografía
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- Sierra Bravo, R. Tesis Doctorales y trabajos de Investigación Científica. 5ª Ed. Paraninfo. Madrid, 1999.
- Gibaldi, J. MLA Handbook for writers of Research Papers. 6ª Ed. The Modern Language Association. New York, 2003.
- Medicina Estética. Revista científica de la SEME. Normas de publicación. https://www.seme.org/revista/normas
- Medicina Estética. Revista científica de la SEME. Palabras clave. https://www.seme.org/revista/palabras-clave
- Referencing guide for Vancouver. https://kib.ki.se/en/write-cite/writing-references-apa-vancouver/reference-guides/reference-guide-vancouver
Nota del editor
Han transcurrido unos cuantos años desde que se publicó este artículo en la revista física “Medicina Estética” (SEME), ahora rescatado para la web por su indudable interés. Sin embargo, es importante añadir nuevas y actualizadas referencias bibliográficas, que serán útiles para que los autores noveles se lancen a publicar con una visión más actual.
Obsérvese el formato de cita bibliográfica en los artículos de la revista “Medicina Estética”, similar al empleado PubMed, por la facilidad para clicar en el apartado “Citar” y transportar la cita al apartado correspondiente.
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- Dhillon P. How to write a good scientific review article. FEBS J. 2022 Jul;289(13):3592‑3602. https://doi.org/10.1111/febs.16565
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- Willis LD. How to Write the Methods Section of a Research Manuscript. Respir Care. 2023 Nov 25;68(12):1763‑1770. https://doi.org/10.4187/respcare.11437
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- Amobonye A, Lalung J, Mheta G, Pillai S. Writing a Scientific Review Article: Comprehensive Insights for Beginners. ScientificWorldJournal. 2024 Jan 17;2024:7822269. https://doi.org/10.1155/2024/7822269