Eficacia del extracto estandarizado
de Ginkgo biloba como tratamiento
preventivo del deterioro cognitivo

El aumento de la esperanza de vida en los últimos tiempos contribuye, entre otros factores, a una mayor incidencia de las enfermedades neurodegenerativas. Se considera que el estrés oxidativo y el aumento de cortisol son responsables del envejecimiento general y del deterioro cognitivo en particular. Estudios recientes apuntan al estrés como causa de la enfermedad de Alzheimer, junto a la alimentación inadecuada y a la carga genética¹. De ahí la importancia de investigar sobre extractos vegetales que contribuyan a restaurar o retrasar el envejecimiento cerebral.

El Ginkgo biloba es un árbol procedente de Asia Oriental, con una tradición y un valor simbólico muy especial tanto en China como Japón, de ahí que se encuentre en la entrada de muchos templos. Es un árbol de aspecto majestuoso y hoja caduca que adopta tonos ocres en otoño de belleza casi mágica. La hoja tiene forma de abanico con una pequeña hendidura en el centro que la divide en dos lóbulos, por eso a esta especie de ginkgo se le denomina “biloba”. Es muy resistente a plagas y otras influencias externas nocivas, como demuestra el hecho que la primera señal de vida detectada después de la radiación causada tras la bomba de Hiroshima fueron los brotes verdes de un ginkgo.

Las hojas del G. biloba contienen sustancias que no existen en ninguna otra planta, como los glucósidos flavónicos: ginkgólidos A, B, C, y J; bilobálidos, y lactonas terpénicas. Desde los años 90 del pasado siglo, el Dr. Willmar Schwabe introdujo el extracto de ginkgo en el tratamiento de problemas circulatorios centrales y periféricos.

EGb 761®, el principio activo

El EGb 761® es el extracto seco obtenido de hojas de G. biloba que constituye una referencia por su alto perfil de seguridad, eficacia y estricta calidad. Según la monografía de la Comisión Alemana de Fitoterapia (DAB), el extracto de G. biloba contiene un 24% de glucósidos flavónicos, 6% de lactonas terpénicas y menos de 5 ppm de ácidos ginkgólidos. De hecho, esta monografía se utiliza frecuentemente como contraste de calidad estándar en fitoterapia.

Lo que diferencia a este extracto estandarizado de otros es la gran consistencia de la composición de los principios activos que contienen las hojas lote a lote. Además, de los altos niveles de calidad, que se consiguen tras las 27 etapas patentadas del proceso de producción, eliminando los componentes “dañinos” y concentrando los ingredientes activos que tienen acción terapéutica. Entre los elementos dañinos eliminados están los taninos y bioflavonoides y, sobre todo, los ácidos ginkgólidos; tóxicos para el sistema inmunitario y las células nerviosas, con capacidad para alterar el ADN, posibilitando el desarrollo de cáncer. De ahí la importancia de que EGb 761® solo tenga una concentración de ácidos ginkgólidos inferior a 5 ppm, exigida por las monografías de la Farmacopea Alemana (DAB), la Comisión Europea de Fitoterapia, la monografía de la Farmacopea Americana (USP) y también la Farmacopea Europea (Ph.Eur.).

Mecanismo de acción

Los glucósidos flavónicos de G. biloba inactivan los radicales libres neurotóxicos; los ginkgólidos A, B y C poseen efectos hemodinámicos y hemorreológicos, que se traducen en disminución de la rigidez de la pared de los eritrocitos y las plaquetas y menor viscosidad de la sangre, disminuyendo la formación de nanoplaca y aumentando la oxigenación a nivel central y en los órganos sensoriales como la retina o el oído interno^2,3.

Por otra parte, la quercetina modifica la síntesis de eicosanoides, previene la agregación plaquetaria y ejerce un efecto de vasorregulador y vasodilatador.

Indicaciones reconocidas del EGb 761®

Después de múltiples investigaciones el EGb 761® ha sido indicado por su eficacia en las diversas alteraciones, destacando aquellas en las que está implicada la microcirculación.

1) Problemas microcirculatorios: pérdida auditiva, tinnitus o acúfenos, mareos, vértigos, síndrome de Raynaud, claudicación intermitente, degeneración macular y retinopatía diabética. Se debe a que aumenta el flujo sanguíneo cerebral y periférico, especialmente en los órganos sensoriales³.

2) Pérdida de memoria y deterioro de la función cognitiva en adultos sanos⁴.

3) Potencia la concentración, la memoria y la capacidad cognitiva, a través de la modulación de determinados neurotransmisores: dopamina, acetilcolina, serotonina, adrenalina y noradrenalina. Se ha comprobado por numerosos estudios científicos controlados, tanto en pacientes sanos como en primeros estadios de degeneración neuronal y Alzheimer^5‑7.

4) Efecto antagonista sobre los factores activadores de plaquetas (Ginkgólidos B).

5) Previene el daño celular inducido por radicales libres.

6) Aumenta el flujo coronario y la duración del potencial de acción, sin afectar a la frecuencia cardíaca y la contractilidad.

La reducción y el déficit de neurotransmisores es propia de la edad. Esto hace que el EGb 761® sea un fármaco útil en estados de labilidad emocional, como el climaterio, ya que los primeros síntomas de menopausia son más emocionales que físicos; debido a que el déficit de estrógenos causa una disminución de serotonina, que se acompaña de la pérdida del interés sexual, falta de motivación y sensación de déficit de energía para realizar las actividades cotidianas.

Mejoría de la función cognitiva en pacientes sanos

En un estudio aleatorizado, doble-ciego, contra placebo, realizado con 66 voluntarios de ambos sexos (50‑65 años) y cognitivamente sanos, según el Cognitive Minimal Screening reveló una diferencia significativa entre los que habían ingerido EGb 761® y los que no⁴. Se administraron 240 mg de EGb 761® versus placebo durante 4 semanas. Los resultados se evaluaron mediante Escalas Visuales Analógicas (EVA) para la Calidad de Vida, la Evaluación de Salud General y la Evolución de Salud Mental, junto con una batería de pruebas basadas en una taxonomía de funciones, como la organización temporal, la evaluación emocional de la información, el proceso de la información, el aprendizaje, la memoria, la representación de los estímulos y el tiempo de reacción ante un estímulo auditivo (Figura 1).

Los principales resultados del estudio revelaron una diferencia significativa en las EVA a favor de EGb 761®; también la estructura motora y la evaluación emocional fueron mejores en el grupo control, Es importante remarcar que no se presentó ningún efecto adverso durante el estudio.

En otro estudio clínico aleatorizado, doble-ciego y con placebo, se evaluaron los resultados de 262 voluntarios con capacidad cognitiva intacta, mayores de 60 años, sin historia de demencia o alteración neurocognitiva significativa (Minimental>26). Se trataron durante 6 semanas con 180 mg de EGb 761® o placebo. La evaluación de los resultados se realizó mediante el Selective Reminding Test o Test de recuerdo selectivo y la Escala de memoria de Weschler‑III (WAIS‑III). Los resultados mostraron la eficacia del uso a corto plazo de G. biloba EGb 761® en la mejora de la función cognitiva y la memoria en adultos mayores cognitivamente intactos (p < 0,05)^8,9.

Kaschel (2007) evaluó la falta de concentración, la intranquilidad, el estrés, el insomnio y la irritabilidad de pacientes sanos sometidos a fuerte estrés por su trabajo con ordenadores¹⁰. Realizó un estudio controlado, en el que participaron 107 voluntarios mayores de 45 años, cognitivamente intactos que tomaron EGb 761® durante 8 semanas a dosis de 240 mg.

Se realizó una prueba ante el ordenador, en la que se midieron la atención sostenida, la reactividad multimodal y la sensibilidad de contraste espacial junto con el estrés percibido por el sujeto, la calidad de vida relacionada con la salud y la incidencia de efectos adversos. Los resultados obtuvieron diferencias significativas (p = 0,007) entre los que utilizaron el EGb 761® en relación con lo que no (30% contra 6%). De igual forma se encontraron diferencias significativas en la calidad de vida entre las mujeres del grupo tratado con extracto respecto de las no tratadas (p = 0,04). No se encontraron diferencias en la reactividad multimodal o sensibilidad al contraste espacial.

Estabilización de la función mitocondrial

En el estudio de Rhein (2010) se observó claramente un efecto beneficioso del EGb 761® sobre el sistema de la fosforilación oxidativa (OXPHOS) y la restauración de la disfunción mitocondrial inducida por la proteína beta amiloide¹¹. La formación de beta amiloide y otros derivados precursores de esta proteína son los principales responsables de los cambios en el cerebro de pacientes con Alzheimer. La proteína beta amiloide disminuye la síntesis de ATP y causa un déficit de energía por fracaso mitocondrial. El extracto de G. biloba restaura la función mitocondrial y mejora el rendimiento de la OXPHOS, al aumentar la síntesis de ATP (Figura 2).

Abdel-Kader (2007) también realizó un estudio sobre la estabilización de la función mitocondrial con EGb 761®¹². Este autor explica que este extracto tiene una fracción flavonoide (quercetina, kaemferol) y una fracción terpenoide (ginkgólidos A, B, C, J y bilobálidos) que ejercen una protección mitocondrial al mejorar los niveles de ATP. Barth (1991) y Sastre (1998) respectivamente también lo han referido, junto al efecto protector después de provocar un estrés oxidativo y nitrosativo^13,14.

También disminuyen los niveles de especies reactivas de oxígeno (ROS) por su actividad captadora de radicales libres y las propiedades antiapoptóticas de los ginkgólidos B y J, así como de los componentes terpénicos. La composición en flavonoides, ginkgólidos A, B, C y J y los bilobálidos son los responsables del aumento del potencial de membrana mitocondrial y de los niveles de ATP¹⁵.

Mejoría del equilibrio emocional y el estado anímico

Los pacientes con disfunciones neuronales presentan síntomas de depresión mesurables por la Escala de Depresión de Hamilton (HAMD), que mejoran tras el uso del EGb 761®¹⁶. Asimismo, se observaron efectos ansiolíticos y antidepresivos en estudios con pacientes, cuya respuesta a los antidepresivos tricíclicos no era adecuada. La superioridad terapéutica de EGb 761® frente a placebo fue estadísticamente muy significativa (p < 0,001) después de cuatro semanas de tratamiento. Taylor (1998) observó la unión de neuromediadores a sus receptores en el cerebro de rata tras la administración crónica de G. biloba¹⁶.

Promoción de nuevas conexiones neuronales

El EGb 761® promueve la formación de nuevas células nerviosas y conexiones neuronales en el hipocampo; en concreto, la quercetina y la bilobálida ejercen efecto sobre la función cognitiva tanto en cerebros enfermos como en sanos. En enfermos de Alzheimer se encontró que el EGb 761® inhibía la formación de oligómeros de beta amiloide, sustancias responsables de la pérdida de conexiones nerviosas sobre todo en el hipocampo. En cambio, en cerebros sanos se mejoraba el aprendizaje y la memoria al aumentar la neurogénesis del hipocampo adulto, así como el número de contactos entre células nerviosas¹⁷.

Disminución del nivel de estrés y los niveles de cortisol

El cortisol pasa de ser un aliado incondicional del cerebro, cuya función principal es proveerlo de glucosa, a expensas de las proteínas musculares (gluconeogénesis)^18‑21.

En los pacientes con tasas elevadas de cortisol debido al estrés pueden observarse alteraciones endocrinológicas diversas, que tiene repercusión más allá del entorno cerebral.

• Aumento del perímetro abdominal y del peso corporal.
• Resistencia a la dieta y al ejercicio.
• Reducción de la absorción de glucosa por el cerebro, lo que desregula uno de los centros de control del apetito.
• Desregulación de neurotransmisores, como la serotonina o la dopamina, lo que causa mayor apetencia por los carbohidratos.
• Déficit de neurotransmisores cuando el estrés es crónico²².

El EGb 761® disminuye los niveles de glucocorticoides, causando un efecto antiestrés distinto de los antidepresivos clásicos, unido a una acción ansiolítica al disminuir los niveles séricos de corticosteroides en un 50%^20,21. Ward (2002) demostró el efecto potenciador cognitivo y neutralizador del estrés. Particularmente son los ginkgólidos A y B los que reducen la síntesis de corticosterona, lo que tiene efectos antiestrés y neuroprotectores²².

Rapin et al (1994) constataron la velocidad del aprendizaje, incluso en situaciones de estrés, y recomendaron el uso clínico del extracto estandarizado en el deterioro cognitivo de pacientes ancianos^23,24.

Jezova (2002) realizó un estudio aleatorizado doble ciego, activo frente a placebo, en el que se evidenció como EGb 761® mejoraba la respuesta al estrés inducido en 70 pacientes jóvenes sanos, entre 20 y 30 años, a los que se les midió la concentración de cortisol en saliva, observando cómo disminuía la tensión arterial sin afectar al ritmo cardíaco²⁵.

Otros autores evidenciaron un restablecimiento de los niveles de serotonina (5‑HT) y dopamina junto a los de sus metabolitos ácido 5‑hidroxiindolacético (5‑HIAA) y ácido dihidroxifenilacético (DOPAC) en el córtex y en el hipocampo, mediante el empleo de EGb 761® en los síntomas conductuales y psicológicos de la demencia; en los que podría ser más útil que los tratamientos clásicos con inhibidores no selectivos de la colinesterasa, neurolépticos o antidepresivos^26,27.

Recomendaciones generales

• Deportistas con fuerte entrenamiento y tasas elevadas de cortisol, aconsejando que no sobreentrenen y dormir ocho horas diarias.
• Pacientes con estrés crónico, junto con técnicas de relajación y/o control del estrés, como yoga kundalini, escuchar música o practicar la meditación.
• En tratamiento dietéticos, con recomendación de ingerir hidratos de carbono de bajo índice glucémico, además de no consumirlos ni antes ni durante el ejercicio para evitar incrementos de cortisol y la inmunosupresión inducida por el ejercicio.
• Suplementos que ayuden a controlar los elevados niveles de cortisol, como el extracto estandarizado de G. biloba EGb 761®, tomado antes de acostarse para minimizar la producción nocturna de cortisol, y por la mañana para mejorar la función cognitiva, la memoria y la creatividad, y controlar el estrés diario.

Conclusiones

El extracto estandarizado de G. biloba es útil para combatir el deterioro de la función cognitiva y los problemas circulatorios cerebrales y periféricos.

Dado que la sociedad presenta actualmente unos índices elevados de estrés y mayor número de desequilibrios emocionales, motivados por los cada vez más exigentes hábitos de vida, se deben buscar soluciones efectivas y carentes de efectos secundarios, que no hagan a los pacientes dependientes de psicótropos, ansiolíticos y antidepresivos de por vida, sino que ayuden a regular los niveles de cortisol y neurotransmisores.

El extracto estandarizado de G. biloba puede tener nuevas indicaciones: el estrés crónico, la obesidad abdominal inducida por cortisol, el desequilibrio y la labilidad emocional.

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