Las sociedades científicas reivindican una formación médica de calidad
La SEME, junto con las sociedades científicas abajo firmantes, reivindican la necesidad de que se garantice la mejor formación médica continuada y apoyan el comunicado de FACME respecto a su financiación, sumando recursos en el marco económico de nuestro país, para garantizar la calidad de la asistencia sanitaria.
El pasado miércoles 22 de julio fue aprobado por amplia mayoría en el Congreso de los Diputados el Dictamen de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica. Dentro del Tema 8 de este documento, relativo a Política farmacéutica, industria biosanitaria y reserva estratégica, se ha admitido el apartado 47.2, que manifiesta:
Tomar medidas para financiación pública de formación continuada de los profesionales sanitarios a cargo de las administraciones públicas, y para investigación independiente, divulgación/educación sanitaria y patrocinio de actividades de asociaciones de pacientes. Se prohibirá financiación de estas actividades, directa o indirectamente, por la industria.
Queremos hacernos eco y apoyar el apartado 4 del comunicado de FACME, que indica:
Hasta el momento, es importante resaltar que las administraciones ni han fomentado ni apenas han financiado la formación médica continuada, incumpliendo su obligación legal con el sistema sanitario público. Esta obligación no atendida ha tenido que ser asumida por las sociedades científico-médicas con financiación de la industria del sector. Llama la atención que el Grupo de Trabajo proponga prohibir la financiación por la industria de las actividades de formación médica continuada y de investigación, restando una financiación clave al sistema, en lugar de sumarla a la que la propia administración sanitaria debiera aportar, estableciendo los controles necesarios para que no sea marketing encubierto. Es una buena noticia que las administraciones públicas se comprometan a financiar la formación médica continuada, pero su “tutela” está en contradicción con la autorregulación que esta actividad tiene en los países democráticos avanzados. Aún más, si se deja fuera de este plan de reconstrucción a las sociedades científico-médicas, que son las verdaderas garantes del conocimiento y de la difusión de su avance, y las entidades más comprometidas con los avances científico-técnicos, se consumará un auténtico disparate. Sería mucho más deseable dotar a todo profesional de un fondo para formación continuada y que éste lo empleara en aquella formación que, con la implicación de las sociedades científicas, complementara mejor las competencias profesionales más adecuadas a su trayectoria profesional personal, evitando de esta forma la injerencia política en el ámbito profesional.
Las sociedades científicas que suscriben obtienen sus ingresos de sus socios, de subvenciones o ayudas públicas (las menos) y de las sinergias con el sector privado. Exigir trasparencia y regular las colaboraciones directas o indirectas con las entidades privadas es algo que apoyamos, tampoco estamos en contra, y de hecho, lo entendemos necesario, en que exista financiación pública, pero la prohibición establecida en el apartado 47.2 lo único que hace es poner en serias dificultades la investigación, divulgación y formación continuada de los médicos y especialmente del ámbito privado.
Las sociedades científicas de médicos que firman este comunicado no tienen ánimo de lucro y sus colaboraciones con la industria sólo buscan cumplir con el estudio, la promoción, información, divulgación e investigación de todo lo concerniente a la medicina, en beneficio de los médicos, su formación y por ende del propio paciente y nuestra sociedad. En un momento clave, en plena pandemia y con la grave repercusión sanitaria y económica que la misma ha producido, y producirá, parece, cuando menos, irresponsable, la aprobación de dicha prohibición.
En el actual momento de pandemia que estamos viviendo, cuando ha quedado demostrada la falta de recursos del sistema público de salud, cuando los profesionales sanitarios no han recibido compensación alguna por el enorme esfuerzo que han realizado, cuando la mayoría de profesionales que se dedican a la sanidad pública sólo tiene contratos-basura como continuamente están denunciando los sindicatos médicos, cuando existe una fuga de profesionales médicos por la pésimas condiciones laborales e nuestro país, nos gustaría conocer con qué partida económica piensa el gobierno paliar todas estas deficiencias y además financiar una formación y una investigación pública de todos los profesionales sanitarios. Decir que la administración será quien se haga cargo de la formación sin un capítulo económico y una dotación es dejar la investigación y la formación en suspenso con las graves consecuencias que ello supondría para los médicos y especialmente para nuestra sociedad.
Sociedades médico-estéticas que apoyan el comunicado:
- ACAME (Asociación Canaria de Medicina Estética)
- ACMECOR (Asociación Colegial de Medicina Estética de Córdoba)
- AMECLM (Asociación de Medicina Estética de Castilla La Mancha)
- AMEG (Asociación de Medicina Estética de Granada)
- AMEIB (Asociación de Medicina Estética de Baleares)
- AMEM (Asociación de Medicina Estética de Madrid)
- AMEV (Asociación de Médicos de Estética de Vizcaya)
- AMMECC (Asociación Murciana de Medicina Estética y Cirugía Cosmética)
- ASMEGA (Asociación de Medicina Estética Gallega)
- COMT (Sección de Estética del Colegio Oficial de Médicos de Tarragona)
- GEMEON (Grupo de Expertos en Medicina Estética Oncológica)
- MEDESMA (Asociación de Medicina Estética de Málaga)
- SEGERF (Sociedad Española de Ginecología Estética Regenerativa Funcional)
- SEME (Sociedad Española de Medicina Estética)
- Asociación de Médicos Estéticos del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Jaén