Sociedad Española de Medicina Estética
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9 AGOSTO 2016

La Medicina Estética Española sigue posicionándose en el mundo científico y universitario

Desde la SEME felicitamos a los doctores Ignacio Ordiz y Juan I. Ricart por sus recientes doctorados, ambos han presentado tesis doctorales relacionadas con la medicina estética.

Dr. Ignacio Ordiz

Dr. Ignacio Ordiz

Recientemente ha obtenido el título de doctor con mención cum laude por la Universidad de Oviedo y ha sido propuesto como premio extraordinario de doctorado por una tesis doctoral que profundiza en las capacidades de las vías de administración transdérmica de medicamentos. Desde la SEME, queremos felicitarle por su aportación académica. Díganos, ¿cuáles han sido los objetivos de su trabajo y los principales resultados?

Efectivamente este trabajo se puede enmarcar en la disciplina de la Medicina Estética ya que valora las vías de administración transdérmica de medicamentos, como son la vía intradérmica, el microneedling, la electroporación y la combinación de microneedling con electroporación. En el proceso de experimentación se estudió la farmacocinética de cuatro medicamentos tipo (procaína, ketoprofeno, cafeína y biotina); todos ellos por las cuatro vías de administración enunciadas. Además, se valoró la repercusión de las técnicas y los productos empleados a nivel histológico (cambios en el grosor de la epidermis y de la dermis, modificaciones de melanocitos y de células dendríticas, variaciones en la vascularización de la piel, etc.). La principal aportación de este trabajo es que ha sido la primera vez que se ha llevado a cabo un estudio tan amplio en este campo.

De los resultados obtenidos, cabe destacar la potencialidad que presentan técnicas muy poco invasivas como puede ser el microneedling y su asociación con electroporación que, en algunas circunstancias, consiguen importantes concentraciones cutáneas de los productos a estudio, incluso como las obtenidas mediante la inyección intradérmica. Esto abre enormes posibilidades terapéuticas para aquellos pacientes que tienen fobia a las agujas, por ejemplo.

Por otro lado, hemos podido demostrar que se pueden colocar, en el interior de la piel, una serie de sustancias a unas concentraciones terapéuticas delimitadas y bien definidas. Además, el empleo de la piel como método de administración de medicamentos, que permite que los fármacos lleguen al torrente sanguíneo sin pasar el primer filtro hepático que degrada en gran parte estas moléculas, minimiza la re-administración de fármacos a la que muchas veces nos vemos obligados al usar las vías de administración convencionales.

Desde su punto de vista, ¿cuáles son los principales retos y desafíos a los que se enfrenta la Medicina Estética en los próximos años?

El principal reto es conseguir productos con una calidad extrema, que cumplan los criterios propuestos por las administraciones sanitarias a nivel mundial. Debemos luchar, entre todos, por erradicar el intrusismo de laboratorios piratas que no cumplen con este objetivo. Muchos de estos laboratorios se aprovechan de la buena fe de los profesionales. España cuenta con muy buenos fabricantes de productos, orientados hacia el campo de la Medicina Estética, en general, y de la mesoterapia, en particular.

Por otra parte, la enseñanza reglada de la Medicina Estética, otro de los principales retos, ya se está consiguiendo en España. Gracias al desarrollo de los programas de Máster Universitario, muchos profesionales de otras especialidades se sienten atraídos por las posibilidades que ofrece este campo de la medicina y comprueban, además, la seriedad de los profesionales médico-estéticos. Sus trabajos de fin de máster suponen una gran aportación para desarrollar la investigación básica, que era nuestro principal talón de Aquiles, y fomentan una Medicina Estética holística e interdisciplinar.

Dr. Juan Ignacio Ricart

Dr. Juan Ignacio Ricart

Usted ha contribuido a la bibliografía académica en medicina estética con una tesis sobre los efectos de la medicina estética en la modificación del estrés y los estados de ansiedad de los pacientes. Díganos, ¿cómo se ha abordado este estudio y cuáles han sido las principales conclusiones?

Con este estudio queríamos confirmar si los pacientes que se someten a un tratamiento médico estético mejoran sus niveles de ansiedad. Para cotejarlo, estudiamos a veinticuatro pacientes, a quienes se les realizaron tests de ansiedad, tanto de estado como rasgo, al inicio y al fin del tratamiento. También se les practicó un análisis de cortisol matinal al inicio del tratamiento y otro a los treinta días.

Los resultados fueron muy ilustrativos e incluso sorprendentes respecto a las hipótesis de partida que manejábamos. En primer lugar, todos los pacientes vieron modificados tanto sus rasgos faciales como corporales independientemente del objetivo del tratamiento, por un tiempo no inferior a un mes.

Además, observamos una importante reducción en los niveles de ansiedad de estado; esta fue la aportación inédita a la bibliografía académica en medicina estética. Sin embargo, no se redujeron los niveles de cortisol en saliva como habíamos previsto al inicio del estudio.

En términos generales, prácticamente la totalidad de los pacientes mejoraron su estado psicológico, su autoestima y, en consecuencia, su bienestar general (lo que incluye tanto una mejora en sus relaciones interpersonales como en las familiares y laborales). Consideramos que precisamente la modificación natural de los rasgos influye directamente en la psicología y el bienestar de los pacientes, así como en su estado emocional y la calidad de vida.

Desde su punto de vista, ¿cuáles son los siguientes pasos para la disciplina?

Creo que la Medicina Estética debería pasar a ser una especialidad médica oficial. Por mi experiencia, es muy difícil practicar esta actividad sin tener ese “sentimiento estético” que crece, principalmente, de la formación y la práctica. Contar con un amplio registro de técnicas y fuentes, contribuye a atender las demandas y las necesidades de los clientes, de forma particular y personalizada y es así como la Medicina Estética está en consonancia con el arte de la belleza y la naturalidad.

Por esto es tan importante compartir una base común y especializada y debe hacerse, al menos, a través de la regulación de másteres oficiales. Por suerte, en los últimos años, ha habido una evolución muy positiva de nuestra disciplina, tanto gracias a las nuevas técnicas y perspectivas como al propio avance de la bibliografía académica y el background acumulado.